El chocolate no es, ni mucho menos, el alimento con la mejor fama del mundo. Todos hemos escuchado desde pequeños que comerlo es malo, hasta el punto que seguramente todavía te sientas aunque sea un poco culpable al probar un poco de este suculento dulce.
Que es malo para los dientes, que tiene mucha grasa y muchas calorías, que produce acné…
Todo esto nos lo sabemos de memoria, pero ¿de verdad es tan malo comer chocolate? Por supuesto, no es aconsejable consumirlo en grandes cantidades ni de forma demasiado frecuente, pero gracias a numerosos estudios científicos hoy en día sabemos que también tiene sus efectos positivos.
¡Sigue leyendo si quieres conocer cuáles son estos beneficios del chocolate!
Es bueno para el corazón. Un estudio realizado en 2011 demostró que las mujeres que comen una pequeña ración de chocolate a la semana tienen un 20 % menos de probabilidades de sufrir insuficiencia cardíaca.
Es rico en antioxidantes, y concretamente, en polifenoles y los flavonoides. Se considera que tiene una mayor proporción que el zumo de fruta, por lo que gracias al chocolate las células de nuestro cuerpo envejecerán más lentamente.
Reduce el estrés. ¿A quién no le apetece un buen chocolate cuando está preocupado o estresado por algo? Esto es especialmente cierto si hablamos de rupturas amorosas, una idea que parecía fruto del cine pero que gracias a los estudios sabemos que es cierta, ya que ayuda a relajarnos.
Ayuda a controlar el peso. No has leído mal: el chocolate negro puede ayudar a mantener en la raya la báscula, ya que sacia más que otros alimentos dulces o salados que se nos puedan antojar entre horas, por lo que comiendo un poco de chocolate, evitaremos mayores excesos.
Protege contra los rayos solares. Los chocolates ricos en flavonoides (¿te suenan?) ayudan a nuestra piel a desarrollar una mayor resistencia contra las radiaciones del sol. Concretamente, se ha descubierto que la piel tarda el doble de tiempo en quemarse en sujetos que comen un poco de este chocolate al día.
Mantiene el cerebro en forma. El chocolate reduce el deterioro cognitivo que el cerebro humano sufre con la edad, especialmente la pérdida de memoria. También incrementa el flujo sanguíneo hacia el cerebro, lo que hace que estemos más despiertos y alertas.
Calma la tos. Otro ingrediente del chocolate, en este caso la teobromina, actúa sobre el llamado nervio vago, que es la parte del cerebro causante de ciertos ataques de tos insistentes.
Después de leer este artículo seguramente estés deseando lanzarte por una buena porción de chocolate, pero antes tenemos que hacer una última advertencia: no todos los chocolates son iguales, y por tanto no todos tienen los mismos efectos sobre el organismo. Aunque suene contradictorio, el componente más sano del chocolate es, precisamente, el propio chocolate, o mejor dicho, el cacao. Lo que añade buena parte de todos esos efectos perjudiciales tan conocidos son los añadidos que llevan las tabletas o bombones que luego encontramos en el supermercado: azúcar, leche entera, manteca.
Por eso los expertos en nutrición recomiendan que, puesto que es realmente difícil no caer en la tentación, al menos lo hagamos de la forma más saludable posible, es decir, con un chocolate que contenga un buen porcentaje de cacao.
Comments